El 10 de enero de 2024, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó el primer Reglamento regional de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC). Esta nueva normativa busca ofrecer mayor seguridad jurídica a las empresas del sector, garantizar la calidad del servicio para los usuarios y establecer una serie de requisitos que regulen adecuadamente la actividad de las plataformas de VTC en la región. En un mercado que cuenta actualmente con alrededor de 9.000 autorizaciones de VTC, este reglamento pretende ofrecer un marco legal más claro y equitativo para todos los actores involucrados.
Objetivos del Reglamento
El principal objetivo de la normativa es dar respuesta a las crecientes demandas de regulación de un sector que ha experimentado un aumento significativo en los últimos años. Las plataformas de VTC, como Uber y Cabify, han transformado el transporte urbano en Madrid, pero su expansión ha generado controversia debido a la falta de reglas claras que equilibraran la competencia entre los taxis tradicionales y las VTCs. El reglamento aprobado busca ofrecer seguridad jurídica tanto a las empresas como a los usuarios, asegurando una prestación de servicio de calidad y en condiciones seguras para los pasajeros.
Requisitos para las Empresas de VTC
Una de las principales novedades del reglamento es que establece una serie de requisitos para que las empresas obtengan y mantengan sus autorizaciones. Para ello, las compañías deberán contar con un número de conductores que, al menos, sea igual al 75% de los permisos en alta, lo que les garantizará la operatividad y eficiencia del servicio. Además, las empresas podrán disponer de los vehículos tanto en régimen de propiedad como mediante alquiler, a través de figuras como el renting o leasing.
Una de las principales preocupaciones para los usuarios y las autoridades era la falta de cobertura en caso de accidentes o daños durante el servicio. Por ello, el reglamento exige que las empresas cuenten con una responsabilidad civil que cubra cualquier daño que pueda ocasionarse a los pasajeros durante el trayecto.
Otro de los aspectos importantes es la formación continua de los conductores. El reglamento subraya la necesidad de que los trabajadores del sector reciban capacitación constante, lo que contribuirá a mejorar la calidad del servicio y a garantizar que los conductores estén siempre al tanto de las últimas normativas y buenas prácticas en el transporte.
Mejora de la Calidad para los Usuarios
La normativa también incluye medidas pensadas específicamente para mejorar la experiencia de los usuarios. En primer lugar, se establece un nuevo tipo de viaje compartido, en el que los pasajeros podrán contratar un trayecto y luego compartirlo con otros que realicen el mismo recorrido o parte de él. Este modelo de transporte compartido es más económico para los usuarios, ya que permite reducir el costo del viaje al dividirlo entre varios pasajeros.
Asimismo, se prevé que, a partir de enero de 2025, las empresas de VTC con diez o más autorizaciones deberán adaptar sus vehículos para que estén disponibles para personas con movilidad reducida. Esto contribuirá significativamente a mejorar la accesibilidad en el transporte público y aumentará la flota de vehículos adaptados, facilitando el desplazamiento de personas con silla de ruedas.
Por otro lado, se incluyen medidas de accesibilidad en los sistemas de comunicación con los usuarios. Las empresas deberán ofrecer una línea telefónica gratuita adaptada para personas con discapacidad auditiva, así como un medio accesible de comunicación a través de su página web. Este tipo de medidas aseguran que el servicio sea inclusivo y llegue a un mayor número de personas, independientemente de sus capacidades.
Requisitos para los Conductores de VTC
El reglamento también establece requisitos más estrictos para los conductores de VTC. Todos ellos deberán acreditar que poseen un permiso de conducir de la clase B con al menos dos años de antigüedad. Además, deberán pasar un examen que incluya conocimientos del idioma español, el manejo de dispositivos de navegación, primeros auxilios y el conocimiento de los lugares más importantes de la región.
Este examen tiene como objetivo garantizar que los conductores estén suficientemente preparados para ofrecer un servicio de calidad y seguro a los pasajeros. Los conductores tendrán un plazo de 18 meses para realizar esta prueba, y aquellos que ya lleven trabajando en el sector durante al menos un año, o dos años en los últimos cuatro, quedarán exentos de este requisito.
Condiciones de los Vehículos
El reglamento también aborda la antigüedad de los vehículos utilizados por las empresas de VTC. Estos vehículos no podrán tener una antigüedad superior a la exigida por la legislación estatal, y deberán ser retirados de la actividad una vez cumplan los 10 años desde su primera matriculación. Además, deberán estar clasificados con el distintivo ambiental Cero Emisiones o ECO, lo que contribuirá a mejorar la calidad del aire y la sostenibilidad del transporte en la región.
Los vehículos adaptados para personas con movilidad reducida tendrán prioridad para el uso de personas con estas necesidades, pero no de manera exclusiva. A lo largo de la vigencia del reglamento, se incrementará la flota de vehículos accesibles, lo que supondrá un paso importante para la integración de personas con discapacidad en el sistema de transporte público.
Prohibición de Captación en la Vía Pública
Una de las medidas más destacadas del reglamento es la prohibición de la captación activa de clientes por parte de los vehículos de VTC en la vía pública. Este cambio se realiza con el objetivo de evitar la competencia desleal con los taxis, que tienen la capacidad de captar pasajeros en las calles. En este sentido, los VTCs solo podrán realizar trayectos contratados previamente, lo que limita su actividad a aquellos viajes pactados de antemano a través de aplicaciones o plataformas digitales.
Además, los VTCs no podrán estacionar en puntos de alta afluencia, como los accesos a aeropuertos, estaciones de tren o autobuses, sin estar previamente contratados. Esta medida asegura que no haya una sobreabundancia de vehículos en áreas clave de la ciudad y que el servicio sea más organizado y eficiente.
Conclusiones
El primer Reglamento regional de VTC aprobado por la Comunidad de Madrid supone un avance significativo en la regulación de un sector que había estado marcado por la falta de claridad normativa. Con este reglamento, se establece un marco legal más equitativo que busca equilibrar los intereses de las empresas de VTC, los taxistas y los usuarios. Al mejorar la formación de los conductores, regular la antigüedad de los vehículos y fomentar la accesibilidad, la normativa no solo dará mayor seguridad jurídica a las empresas, sino que también garantizará una mejor calidad del servicio para los ciudadanos que opten por este tipo de transporte. Con la entrada en vigor de este reglamento, se establece un nuevo equilibrio en el transporte urbano en la Comunidad de Madrid, lo que podría ser un modelo a seguir en otras regiones del país.
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